miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los nudos de deslían de un día para otro

Hoy me di cuenta de que no sólo yo era bipolar, si no que la vida también podía serlo a veces, y que sobre todo y que como siempre digo, cambia en cada respiración. Siempre sin avisar, siempre cuando quiere y como quiere.
Pero esta vez a la chiquitita, las cosas no le iban mal, esta vez las cosas se volvían del revés para que yo las atrapase, yo era una diana y habían dado en el blanco, era justo lo que hoy quisiera que pasase, era justo lo que quería que me alegrase el día, porque hoy podían salir muchas cosas mal pero por alguna razón que desconozco me salieron bien. 

domingo, 27 de noviembre de 2011

Ahora tiro por la ventana todas esas cosas que ya no quería recordar

No, ahora no quería enamorarme, ahora estaba llena de vendas y estaba apunto de quitármelas, para ver por fin lo que quería, lo que llevaba imaginando casi un mes, ya estaba casi preparada para volver a ser feliz. Vale, lo reconozco, porque la palabra así suena grande, incluso casi increíble para mi , pero no me importa porque ya la tenía cerca, no al alcance de mi mano pero apunto de agarrarla para no volverla a soltar jamás.
Pero no, a mi las cosas no me podían salir bien por segunda vez, a mi las cosas buenas ya me habían llegado, es eso, ¿no? me vino todo lo que me merecía en trece años en una bola, ¿y ya se acabó? Quiere decir que a partir de ahora lo que llegue, se esfuma , y lo que quiero que se esfume, llega y para quedarse.
Pues no, yo ahora quiero que me devuelvan mi suerte, quiero que después de este larguísimo mes, me vuelva lo que lancé por la borda como un boomerang que esperaba que volviese, y se perdió por el camino.
Y sé que desde este momento, voy a decir tantas cosas...miles de cosas que seguramente luego puedan quedarse perdidas como ese boomerang que lancé hace tiempo, pero es justo a donde quiero llegar. Sí, efectivamente empiezo un nuevo libro, me cansé de pasar páginas y que en todas pusiese su nombre, y ahora llego yo, otra vez, no sé si una nueva, o la misma de antes, pero lo más posible es que siga llevando a cuestas todas y cada unas de mis bipolaridades, de mis seguidas contradicciones, de mis comederos de cabeza y de mis idas de la olla, de mis errores y mis pensamientos equivocados, de las cosas que hice bien y se vuelven del revés...de todos esos pasos que dejé marcados de aquí para atrás.
Quiero dejar de una vez los problemas olvidados en el perchero, y este invierno prometo que no me va a importar mojarme de arriba a abajo, porque es más, ya que estamos, en el perchero también dejaré mis antiguos zapatos, esos con los que andé tantos caminos escarpados, y ahora me olvido de bicicletas que tenían los frenos averiados y me miro mis pies, porque ahora tengo unos zapatos nuevos, que nunca se van a cansar de caminar, porque ahora también estreno un nuevo camino. Por esa frase de que cada final, será un principio.