Ha llegado el momento.

Yo diría que ya ha llegado el momento de sincerarse con el mundo, de decir o más bien chillar lo que sientes y quitarte el disfraz que llevas puesto.
Te siento en cada momento que sueltas una palabra de tu boca tan cerca como las veces que me susurrabas al oído, y no sé seguro lo que es, sólo sé que si algo he sacado en claro de estos meses, y miles de días es que encontré al primer amor, encontré a ese amor que todos buscan, a la perfección aún sabiendo que no existía, sentir que lo amas más que incluso a tu propia vida, sabes que tu lado romántico nunca salió a la luz, incluso llegaste a pensar que no lo tenías, hasta que por fin, como si de magia se tratase, sale, sin más, poco a poco y sin darte cuenta, viendo al sol nacer y ponerse cada día junto a aquella persona, cuando las noches se hacen cortas sólo porque duermes junto a esa persona, cuando te sientes segura y protegida por en simple echo de que te tenga entre sus brazos, que te acaricie el pelo y sentir que estáis echos el uno para el otro, la perfecta sincronización. Y por fin, te das cuenta y sabes que por mucho tiempo que pase, nunca dejarás de sentir aquella sensación de que se te sale el corazón del pecho, que si no respiras hondo te estalla el corazón, nunca vas a dejar de sentir esas mariposillas en el estómago cuando lo ves aparecer, cuando sonríe, nunca vas a dejar de sentir que esa sonrisa es tuya, que te sigue perteneciendo y que siempre será para ti.

No, no, no, no, no y mil veces NO

No lo entiendo

De verdad que no me entra en mi cabeza, que no entiendo el por qué de tus brotes bipolares si es que se les puede llamar así, definitivamente eres un incomprensible y lo digo yo que te conozco mejor que nadie. No entiendo por qué ahora me vienes con tonteillos, con decirme que "estoy buena", así, de repente, y tres horas después le pides a alguien de salir.

La verdad no tiene nada de malo pero es incomprensible, estoy segura de que no soy yo, de que esta vez mi cabeza está sobre mis hombros, justo donde debería estar, o más bien haber estado siempre. Así que lo que vengo diciéndote es que no quiero que esta vez sea fallo mío,  y que si pasa algo esta vez las culpas las cargues tú, tú solito. Que no quiero que vuelvas a entrar en mi cabeza de esa manera tan bestial como lo solías hacer, que no tires por tu cara bonita (nunca mejor dicho), todo lo que he ido construyendo yo pasito a pasito con lo que me ha costado, esta vez no, tenlo claro y que te entre a ti también

NO, gracias.

Disculpas, fuera de cobertura

Empecemos diciendo que es cierto, que he estado perdida un tiempo, que no he asomado ni un sólo pelo por aquí, pero es que me va bien, y eso no lo puedo decir muy a menudo, de corazón, y enteramente, las cosas me van justo como deberian irme, ya no hay peros que valgan.

Mi ex, sí, mi jodido ex, era ahora mi amigo, parece ser que volvía a confiar en mi, me contaba y yo le ayudaba, las cosas parecían volver un año atrás, y a la vez yo seguía avanzando paso a paso, yo seguía haciendo todo aquello que me llenaba y que me sacaba una sonrisa o unas cuantas más, ahora no tenía nada que esconder, así lo sentía así lo escribía. Así soy yo.

Yo tenia planes de nuevo, y él volvía a estar de alguna manera en un segundo plano, porque yo iba por delante. Y a fin de cuentas mi vida vuelve a ser mi vida. 

Por eso debo pediros disculpas. Porque ya hay poco por sentir, ahora mismo sé que no me voy a enamorar, porque ahora no hay incertidumbre en mi vida, ahora no hay un "qué pasará mañana" no hay nada que me tenga la noche en vela, no hay una ilusión que no sea que llegue el fin de semana, ahora mismo mi vida no hay nada que me mantenga atenta. 

Soy despreocupada y vividora. Soñadora y realista a la misma vez. Justo y como quería volver  a ser.

Las vueltas que da la vida son proporcionales a las que le da mi cabeza

Ami ya no sé que me pasa, mi pequeña cabeza se a echo un lío difícil de deshacer, como siempre, nudos y más nudos, rios que se cruzan y que se separan al amanecer. Y yo que pensaba que esto iba a ser sencillo, que no pasaría nada más, que diríamos "amigos" sin ni si quiera hablarnos, y yo que pensé que esto no tenía ningún fin...me equivoqué. Mítico. Otra vez, pero esta vez me equivoqué a mi favor. Esta vez me equivoqué para ser más feliz, para hacer que todo a mi alrededor fuese perfecto, para integrarme de nuevo en mi vida que en realidad había estado un poco abandonada porque tú te fuiste, porque no estabas a mi lado.
Y ahora sé que, como dice la canción Luces de Neón de La Sonrisa de Julia
"Siempre serás tú la más intensa melodía, la nota que jamás se olvida"
Y me da vueltas la vida y más vueltas le doy a mi cabeza que no da a más, que si tu estás yo también estoy, que de alguna manera nos necesitamos el uno al otro, si, es extraño, y eso precisamente es lo que más me gusta de esto, que vuelve a ser todo tal y como era, mi vida vuelve a ser tan extraña como empezó a ser desde el día que te conocí, que supimos empezar de cero y de verdad que sabemos perfectamente que se puede ir de menos a más en unos cuantos días. Porque mi vida se ha volcado hacia el lado que quería, y yo me volqué con ella. 
Porque ahora me siento fuerte, ahora sé que pocas cosas pueden salir mal, que ahora ando por el sendero que dejé a medias, que he vuelto a tomar las riendas de mi vida y no pienso soltarlas. Y que las pequeñas cosas han vuelto a tener un lugar en mi sonrisa, que todo lo que antes me dejaba a medias ahora me llena por completo, que ahora sé bailar y me da igual si estoy sorda de un pie, si me duele el bolsillo, o si decido marcharme con el pony rosa que tengo esperándome en la ventana.

Aún quedaba más

Sí, yo quería esto, lo tuve. Pero no era suficiente. De pronto sentí que...sentí muchas cosas. Entre otras parecía que volviese a empezar, que todo lo vivido pasó a un pasado simple, que ahora estaba en el presente continuo preparando mi futuro perfecto, que me había acostumbrado a otro tipo de cosas, que ya no estaba tanto en mi mente y que rotundamente no era necesario. Que daba igual si fallaba o si follaba. Las cosas habían cambiado y por fin para bien.
Mis palabras si salían de mi boca, se cumplían, y eso era lo que echaba de menos entre otras miles de cosas, nuestras palabras se cruzaban, y nuestras miradas, y nuestras sonrisas parecían ponerse de acuerdo. Todo conectaba perfectamente. Éramos como dos engranajes que volvían a funcionar después de mucho tiempo.
Y en definitiva el tiempo seguía corriendo, mi vida lo adelantaba, y yo corría también.
Lo admito, sigue siendo un poco estúpido, pero sé que no puedo pedirle peras al olmo, porque las cosas han cambiado, tanto para mi, como para él. Y yo de momento no me pienso preocupar, voy a seguir haciendo esas cosas que me llenan aunque sienta que mi vida está un poco vacía, voy a seguir haciendo feliz a la gente, y sobretodo haciéndome feliz a mi misma, que eso ahora es lo más importante. Voy a seguir llorando y estornudando con mi asquerosa alergia, y mientras tanto cantando, riendo, y volviendo a cantar los lunes en inglés y los viernes en música.