sábado, 28 de julio de 2012

¿Quién te tatuó en mi piel?

Pues no me parece bien. Si llegas, te quedas. Si me enamoras, no te vas. Y es lo que hay. ¿Que vives lejos? Pues vienes. ¿Que me dices guapa? me lo demuestras.
No sé como lo haces, pero eres como una ola...vienes, a veces fuerte, y te lo llevas todo por delante. Y algunas, te vas, débil. Te vas suavemente, no llego ni a rozarte y cuando me quiero dar cuenta mis ojos ya no alcanzan a los tuyos. Cuando yo soy noche, llegas tú para ser el día. Intentas eclipsarme, como el sol a la luna. Cogería un autobús ahora mismo, desde mi montaña hasta tu playa, escuchando a los Beatles, pensando en ti. Iría, y querría quedarme, te abrazaría para no soltarte. Hablaría, hablaría durante toda la noche. Nos tumbaríamos en la arena.
Pero en vez de mi gran plan, prefieres llegar e irte, constantemente, dejarme colgada, con la miel en los labios, prefieres irte con otra, yo, que hubiese besado el suelo que pisas...
Si supieras mi amorcito, necesito un pedacito de tu cielo o un whisky con hielo.
Y las esperanzas poco a poco disminuyen, cada día veo más lejos la posibilidad de que vuelvas a hablarme, de que vuelvas a enamorarte de mis ojos. Pero, ya estoy acostumbrada...
¿Recuerdas?
A veces reggae a veces rap.

lunes, 16 de julio de 2012

Tú allí, y yo aquí

Mañana se iba, se iba para disfrutar del verano, para olvidarse de todo, de todo. Se iba por una semana y yo no podría oír su voz, ni sentirlo cerca. Se iba.. Y posiblemente, cuando volviese, ya nada sería como antes.
Y yo hoy me muero de ganas de ponerme guapa para él, me muero de ganas de ir a su casa, darle un abrazo y decirle que lo pase bien sin mi, que me eche de menos, que me eche mucho de menos. De no dejar que se valla. De agarrarlo y no soltarlo. Pero no...
 Mierda, yo siempre espero al último momento. Siempre espero a que me hable, tonta. Sabes que no te va a hablar, posiblemente tenga cosas más importantes que hacer.
"Corre, abre la conversación y suéltale el discurso más largo y bonito que se te ocurra en unos segundos, dile que vas a ir a verle, que no vas a dejar que se marche, que te meta en su maleta. Pero díselo."
Resuena una y otra vez en mi cabeza. Pero no, hay algo que me lo impide, jodida distancia. Realmente no está ahí, a dos pasos. Está a mucho, mucho más de lo que debería estar.
A mi lado.
Magia. Hay vidas que tienen mucha magia. Magia de esa que se mete en el ambiente, que se respira, que se siente. Que da calor y a veces frío. Magia que enamora, magia que hace que tu vida tenga un toque de brillo, de sorpresa. Magia de las de cuento.
A veces pienso que mi vida no va a tener nunca de eso, que me he quedado estancada en una parte de mi vida que es imposible de salir, como una rueda en el barro, por mucho que aceleres; cuesta salir. Y se funde el motor. Pero existen pequeños golpes de magia, pequeñas personas que dicen palabras mágicas.
""Llegara cuando menos te lo esperes, ten paciencia y fíjate en los detalles."
Eso quería decir, ni más ni menos, que otra persona iba a aparecer en mi vida, una persona de esas que te lo revolucionan todo y te sacan de dentro cosas que ni tú conocías, una persona de esas que llega sin avisar, que te rompe los esquemas, y que a veces, te hace llorar de alegría.
Porque, dicen que, cuando llores de alegría...cuando llores de alegría, sabrás lo que es amar.
Y yo, por lo pronto...aún no he llorado de alegría.

martes, 10 de julio de 2012

Un verano quizás demasiado frío.

Yo...Yo tenía el mundo a mis pies, tenía cerca a toda la gente que quería, hacía calor, era verano. Todo salía bien...Ya sabes, esa sensación de notar que estás en sintonía con el mundo...Pues esa. Y de repente, sin comerlo ni beberlo todo se empezó a desmoronar solo. Como siempre. Una vez más. Y es cierto que con el  tiempo duele menos. Pero ya no es lo mismo, ahora empiezan las preguntas, incluso cuando tengo las respuestas.
Te empiezas a decepcionar con personas, empiezas a darte cuenta, que realmente no te estás quedando sola, a lo mejor es que ya lo estabas, porque, las personas que creías que estaban ahí, en realidad no lo estaban. Y así son las cosas. Frías. Y te cansas de siempre disculparte, de que la culpa caiga sobre ti con el tiempo, solo porque la otra persona no se atreve a dar un duro por ti, porque su orgullo no lo permite. A mi nunca me gustó la gente que se anda con rodeos, ni los orgullosos.
A mi lo que me tengas que decir me lo dices y lo que me tengas que demostrar me lo demuestras.
No me vengas con orgullos, con miedos. ¿Qué pasa? Éramos amigas. Y ahora solo se puede conjugar en pasado. Ya lo dije, lo siento. Si no te das cuenta ahora, quizás lo hagas cuando madures un poco, si es que lo haces. Si no, lo siento. No voy a estar para todos constantemente, y menos para gente como tú.
¿Que quieres perderme? Lo estás consiguiendo. Lo malo es al tiempo, al tiempo ya si que no va a haber marcha atrás.
Y luego otra cosa. Los tíos. Él. Otra vez. Esto ya debe de ser broma, ¿verdad?  No me líes. No me torees. Las cosas, claras. Las cosas y todo lo de más.
Hace tres días todo estaba bien.
Bien.