jueves, 27 de diciembre de 2012

¿En qué piensas?

Dime por qué estás tan triste. Dime qué es lo que hace que estés aquí, tan sola, dejando caer lágrimas por tu rostro. Cuéntame, vacía aquí tus penas, lanza tus miedos. 
Súbete en el tren, no lo pierdas. No lo dejes escapar. Hazlo, o estarás eternamente arrepentida. Haz lo que sea, pero no te dejes morir lentamente, ni derretir por lágrimas, ni consumir por odio. No te dejes vencer. 
Haz lo que tu corazón chille, lo que susurre. Pero obedecele. 
Nadie sabrá mejor lo que necesitas, más que tu corazón. 
Cierra los ojos, pequeña. Mira lo que quieras. ¿Qué ves? Imagina, siente. Saca a flote todos los sentimientos, que no se hundan, que no te ahogues. 
Anda, no corras. Ve despacio, no hay prisa...
¿Ves que la música se pare? Nunca. Tú tampoco lo hagas. Déjate llevar, en la música se puede pausar, pero no te atranques. Cuando un disco se atranca, se repite, ya no funciona. Y tú debes funcionar siempre, pequeña. Respira, rompe el aire. Descubre, que todos los ríos desembocan en el mar. Entiende, que no sólo respirar es vivir, y descubre, que vivir, también es morir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario