jueves, 15 de diciembre de 2011

Días y horas oportunas. Claro que sí

Hacía tiempo que no tenía días como este. Días en los que me dedico a rezar para que mañana este puto mundo me dé una alegría, días que no se saben a lo que huelen, comederos de cabeza junto a mil partidas perdidas, ganas de que se te antoje algo, como si de repente quieres ser feliz, de convertirte en un limón, quiero que hoy me expriman lo más a fondo posible. Pero resulta que el mundo es un capullo integral, que a veces hay que insultar por lo bajito para no jugarte la merienda, hay que poner ojitos de cordero y pedir a susurros una oportunidad más, a veces, hay que pedir que no se pare tu canción favorita para que no se te caiga la sonrisa, pero entonces te das cuenta de los hilos de los que cuelgas, los que te manejan, y miras a la gente para la que llevas mucho tiempo bailando, miras al telón y te das cuenta del tiempo que llevas actuando, de que la función aún no se a terminado. Y no solo te miras, si no te imaginas ante todos, tan solo, miras a las de más marionetas que se hicieron libres, que se cortaron los hilos y que aunque fuese con rotulador se dibujaron una sonrisa.
Pero entonces miras al público, y te das cuenta de que no hay, que por alguna razón se han cansado de ti, que estás solo entre cuatro estúpidas paredes que hacen eco. 
Entonces te olvidas de hilos, de marionetas y de jardines del Edén, y como siempre caes, vuelves la vista hacia atrás, y te encuentras con un millón de recuerdos polvorientos y con un crujiente cajón estropeado, que mezclaste ahí tus historias con el amor, y te das cuenta de que aún quedan muchas cosas y que estabas equivocada al pensar que con cerrar un cajón podrías abrir otro, ves fotos que creías haber olvidado pero que siguen ahí, que no han muerto simplemente porque estaban esperando a ese momento que iba a llegar, tarde o temprano, justo como dice la canción, sabían que ibas a volver, sabían que había huecos que tú creías haber rellenado con cualquier otra cosa. Sigues rebuscando con la esperanza de encontrar algo que te recuerde a cuando eras feliz, al menos a cuando eras pequeña, a tu primer campamento. Y ¿qué te encuentras? Con mierda, mierda, mierda, y más mierda, y piensas, e intentas hacer un cálculo elevado a tus propias lágrimas, no hay resultados, miras a tu alrededor y te das cuenta que lo único que te quedaba tú misma decidiste encajonarlo y guardarlo, y ahora no te queda nada, estás vacía y las pocas cosas que te hacen feliz son frágiles. Que buscas placeres en cosas que quizás tú misma maquillas, que crees perfectas cosas que no lo son, que imaginas, y vives de ello. 
Es triste, pero el ser humano está echo para buscar su propia felicidad. Digo buscar, porque aun nadie la ha encontrado.
Y te das cuenta, de que hay aviones que despegan, que cogen altura y que se pierden, para siempre.

2 comentarios:

  1. Me encanta tu blogg, te sigo :D
    Me sigues?
    Mi blogg es: http://repitemequemequieres.blogspot.com
    Gracias
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Habia olvidado tambien darte este: http://millonesdelocuras.blogspot.com/
    unbesito(:

    ResponderEliminar